El nombre de Eo aparece en el documento del rey Silo (año 775), quizá el documento escrito más antiguo de la Península. La existencia de alguna mámoa testimonia un poblamiento temprano, al igual que sucede con los numerosos castros; pero, realmente sólo a partir del siglo XII se puede hablar de una historia de Ribadeo con fundamento.
El paisaje para los siglos XIV y XV era más alentador: explotación de sus bosques, cultivo de la vid y exportaciones comerciales.
Desde el punto de vista social es significativo que, entre los siglos XVI-XVIII la relación entre hidalgos y comerciantes fuese fluida y abierta, sin que quepa establecer distinciones artificiosas entre ambos grupos.
Hacia mediados del siglo XVIII el comercio de la madera dejó de tener la importancia de antaño. De todas formas, cuando con posterioridad a 1820 se gravaron las importaciones de lino y comenzaron a invadir Galicia los tejidos catalanes, el tráfico comercial y la vida económica del puerto se vio seriamente afectada, aunque pudo sostenerse durante el siglo XIX, al permitírsele en la década de los 1840 comerciar con América, diversificar sus importaciones con abonos y cueros y aprovecharse del florecimiento agrícola, basado en el cultivo del trigo, el maíz y la patata.
El paisaje para los siglos XIV y XV era más alentador: explotación de sus bosques, cultivo de la vid y exportaciones comerciales.
Desde el punto de vista social es significativo que, entre los siglos XVI-XVIII la relación entre hidalgos y comerciantes fuese fluida y abierta, sin que quepa establecer distinciones artificiosas entre ambos grupos.
Hacia mediados del siglo XVIII el comercio de la madera dejó de tener la importancia de antaño. De todas formas, cuando con posterioridad a 1820 se gravaron las importaciones de lino y comenzaron a invadir Galicia los tejidos catalanes, el tráfico comercial y la vida económica del puerto se vio seriamente afectada, aunque pudo sostenerse durante el siglo XIX, al permitírsele en la década de los 1840 comerciar con América, diversificar sus importaciones con abonos y cueros y aprovecharse del florecimiento agrícola, basado en el cultivo del trigo, el maíz y la patata.
En el extremo nororiental de Galicia, en su límite con Asturias, sirviendo de pórtico natural de entrada o salida de Galicia, se encuentra el municipio de Ribadeo, que tiene una extensión de 106 km2 y una población de 9.163 habitantes. Su contorno lo marcan el Mar Cantábrico por el norte, los municipios de Barreiros por el Oeste y Trabada por el sur, mientras que por el este tiene un límite natural: la Ría de Ribadeo. El viajero que llegue a Ribadeo, quedará sorprendido al comprobar su riqueza natural, paisajística y monumental.
La economía de esta noble villa se nutre mayoritariamente del sector servicios. También es importante la pesca de bajura y el sector de la construcción está en auge. Su Parador Nacional de Turismo, con bellas vistas a la ría, junto con el espectacular litoral del municipio, hacen que en Ribadeo el sector turístico sea un pilar económico importante.
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